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1 Sin embargo, tú enseña lo que está acorde a las creencias sanas. 2 Los hombres de mayor edad deben ser respetables y sensatos,* “Sensato”, o “considerado”, “con dominio propio”, “decente”. También en 2:5, 2:6 y 2:12. con una fe sana en Dios, amorosos y pacientes. 3 Del mismo modo, las mujeres de mayor edad deben comportarse de una manera que demuestre que tienen vidas dedicadas a Dios. No deben destruir la reputación de la gente con su hablar, y no deben ser adictas al vino. 4 Deben ser maestras de lo bueno, y enseñar a las esposas más jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos. 5 Deben ser sensatas y puras, hacendosas, hacedoras del bien y tener oídos prestos a lo que sus esposos les dicen. De este modo, no habrá nada malo que decir de la palabra de Dios. 6 Del mismo modo, enseña a los hombres jóvenes a ser sensatos. 7 Tú debes ser ejemplo de cómo hacer el bien en todas las áreas de la vida: muestra integridad y seriedad en lo que enseñas, 8 compartiendo creencias sanas que no puedan ser cuestionadas. Así, los que se oponen, se avergonzarán de sí mismos y no tendrán nada malo que decir acerca de nosotros. 9 Enseña a los siervos a que siempre obedezcan a sus amos. Enséñales que siempre deben procurar agradarles y no hablar mal a sus espaldas. 10 Diles que no deben robar cosas para sí, sino demostrar que son completamente fieles y que pueden representar correctamente la verdad acerca de Dios, nuestro Salvador, en todas las formas.
11 Pues la gracia de Dios ha sido revelada, otorgando salvación a todos. 12 Nos enseña a rechazar el estilo de vida impío junto a los deseos de este mundo. Por el contrario, debemos vivir con sensatez, vidas de dominio propio que sean rectas ante Dios, en presencia del mundo 13 mientras aguardamos la maravillosa esperanza de la aparición gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. 14 Pues él se entregó a sí mismo por nosotros, para podernos libertar de toda nuestra maldad, y para limpiarnos para él, como un pueblo que le pertenece, y que está dispuesto a hacer el bien.
15 Tales cosas debes enseñar. Pues tienes autoridad para animar y corregir en cuanto sea necesario. No permitas que nadie te menosprecie.