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1 ¡Grande es el desastre que viene sobre ti, corrupta y rebelde Jerusalén, que oprimes a la gente!* “Jerusalén”: implícito por contexto. 2 Tú† Literalmente, “ella”, pero usar el pronombre en segunda persona hace que la advertencia sea más vívida. no prestas atención a nadie ni aceptas la corrección; no confías en el Señor, ni pides su ayuda.‡ Literalmente, “no te acercas a Dios”. 3 Tus líderes son codiciosos como leones rugientes. Tus jueces son como lobos hambrientos que no dejan para el día siguiente. 4 Tus profetas son hombres arrogantes y mentirosos que corrompen lo sagrado, y quebrantan abiertamente la ley.§ O “usan la ley en su propio beneficio”.
5 Pero el Señor que hace justiciar aún está entre ustedes, y no hará mal. Cada mañana emite su juicio, y cada día sin falta. Pero los que actúan injustamente no tienen vergüenza. 6 Yo he destruido naciones. Sus castillos están abandonados, sus calles vacías, y sus ciudades destruidas. No hay en ellas sobrevivientes. No siquiera uno.
7 Me dije a mi mismo: “De seguro ellos* Refiriéndose al pueblo de Jerusalén. me respetarán y aceptarán mi correción. Entonces su hogares no serán destruidos para enseñarles la lección”. Pero por el contrario persistes en tu deseo de hacer el mal.
8 Solo espera, declara el Señor. Viene el día en que me levantaré para mostrar la evidencia. Porque he decidido juntar a todas las naciones y a los reyes para derramar mi ira sobre ellos, así como mi furia y mi enojo. Toda la tierra será consumida con el fuego del celo† Ver en el versículo 1:18 la nota sobre el celo. de mi ira. 9 Porque entonces haré que las naciones hablen con pureza, para que puedan orar y adorar juntas al Señor. 10 Desde lejos los ríos de Etiopía, mi pueblo esparcido, mis adoradores, vendrán a traerme sus ofrendas.
11 Ese día no serás avergonzado por lo que hiciste al rebelarte contra mi, porque yo quitaré de entre tu pueblo a los orgullosos y jactanciosos. Nunca más mostrarás orgullo en mi monte santo. 12 Dejaré entre tu pueblo a los mansos y humildes, a los que confían en el nombre del Señor. 13 El pueblo de Israel que queda no actuará con maldad, ni hablará con mentira. No se engañarán unos a otros. Podrán comer en paz y dormir seguros, porque no tendrán ningún temor.
14 ¡Canta, Jerusalén! ¡Grita Israel! ¡Alégrate y celebra con todo tu corazón, Jerusalén! 15 Porque el Señor se ha arrepentido de castigarte, y ha enviado lejos a tus enemigos. El Señor, el rey de Israel está contigo y nunca más tendrás que temer al desastre. 16 Ese día, el mensaje al pueblo de Jerusalén será: “¡No temas, ni te desanimes!”‡ “No se desanimen”: Literalmente, “no debiliten sus manos”. 17 El Señor tu Dios está en medio de ustedes como un poderoso guerrero que te salvas. Se alegrará en ti. Renovar᧠Septuaginta. En hebreo: “él callará su amor” no concuerda con la frase que le precede y le antecede. su amor por ti. Cantará fuertemente celebrando tu existencia. 18 Yo reuniré a los que lloran por las fiestas religiosas, y nunca más tendrán que soportar la vergüenza.* Esta es una interpretación del hebreo que no está clara. El significado es que, cuando estaban en el exilio, los israelitas no podían celebrar sus festividades religiosas como lo deseaban y esto era motivo de desgracia para ellos.
19 ¡Miren lo que haré! En ese tiempo me encargaré de los que te han oprimido. Salvaré a los indefensos y traeré de regreso a los que estaban dispersos. Convertiré su vergüenza en alabanza, y todo el mundo los respetará. 20 En ese tiempo, los traeré a casa, y los reuniré. Les daré una buena reputación, y serán alabados por todos los pueblos de la tierra, cuando yo restaure tu posición ante tus propios ojos, dice el Señor.
*3.1 “Jerusalén”: implícito por contexto.
†3.2 Literalmente, “ella”, pero usar el pronombre en segunda persona hace que la advertencia sea más vívida.
‡3.2 Literalmente, “no te acercas a Dios”.
§3.4 O “usan la ley en su propio beneficio”.
*3.7 Refiriéndose al pueblo de Jerusalén.
†3.8 Ver en el versículo 1:18 la nota sobre el celo.
‡3.16 “No se desanimen”: Literalmente, “no debiliten sus manos”.
§3.17 Septuaginta. En hebreo: “él callará su amor” no concuerda con la frase que le precede y le antecede.
*3.18 Esta es una interpretación del hebreo que no está clara. El significado es que, cuando estaban en el exilio, los israelitas no podían celebrar sus festividades religiosas como lo deseaban y esto era motivo de desgracia para ellos.