Salmos. 110. Dijo el Señor a mi señor: Sé sentado a mi diestra, hasta que ponga a todos los que están contra ti debajo de tus pies. Jehová enviará desde Sión la vara de tu poder; sé el rey de tus enemigos. Tu pueblo se da alegremente en el día de tu poder; como el rocío de la mañana en las montañas santas es el ejército de tus jóvenes. Jehová ha hecho un juramento, y no se arrepentirá. Eres un sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. En el día de su ira los reyes serán heridos por el Señor a tu diestra. El juzgará entre las naciones, los valles estarán llenos de cadáveres; la cabeza sobre un gran país será herida por él. Beberá del arroyo por el camino; entonces su cabeza se levantará.