Génesis. 11. ERA entonces toda la tierra de una lengua y unas mismas palabras. Y aconteció que, como se partieron de oriente, hallaron una vega en la tierra de Sinar, y asentaron allí. Y dijeron los unos a los otros: Vaya, hagamos ladrillo y cozá­moslo con fuego. Y fueles el ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de mezcla. Y dijeron: Vamos, edifiquémo­nos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagá­monos un nombre, por si fuére­mos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Y descendió el SEÑOR para ver la ciudad y la torre que edifi­caban los hijos de los hombres. Y dijo el SEÑOR: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tie­nen un lenguaje: y han comenza­do a obrar, y nada les retraerá ahora de lo que han pensado hacer. Ahora pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla de su compañero. Así los esparció el SEÑOR desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió el SEÑOR el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de toda la tierra. Éstas son las generaciones de Sem: Sem fue de edad de cien años y engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio. Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad quinientos años, y engendró hijos e hijas. Y Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala. Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocien­tos y tres años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Sala treinta años, y engendró a Heber. Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos y tres años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Heber treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos y treinta años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Peleg, treinta años, y engendró a Reu. Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos y nueve años, y engendró hijos e hijas. Y Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug. Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos y siete años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Serug treinta años, y engendró a Nacor. Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Nacor veintinueve años, y engendró a Taré. Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento dieci­nueve años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Taré setenta años, y engendró a Abram, y a Nacor, y a Harán. Éstas son las generaciones de Taré: Taré engendró a Abram, y a Nacor, y a Harán; y Harán engendró a Lot. Y murió Harán antes que su padre Taré en la tierra de su naturaleza, en Ur de los Caldeos. Y tomaron Abram y Nacor para sí esposas: el nombre de la esposa de Abram, fue Sarai, y el nombre de la esposa de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca. Mas Sarai fue esteril, y no tenía hijo. Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, esposa de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de los Caldeos, para ir a la tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán, y asenta­ron allí. Y fueron los días de Taré doscientos y cinco años; y murió Taré en Harán.