Salmos. 12. Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David. SALVA, oh SEÑOR, porque se acabaron los piadosos: porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres. Mentira habla cada uno con su prójimo; con labios lisonjeros, con corazón doble hablan. Destruirá el SEÑOR todos los labios lisonjeros, la lengua que habla grandezas; Que dijeron: Por nuestra len­gua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor? Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menestero­sos, ahora me levantaré, dice el SEÑOR: pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe. Las palabras del SEÑOR, son pala­bras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. Tú, oh SEÑOR, las guardarás; las preservarás de aquesta generación por siempre. Cercando andan los malos, mientras son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.