Salmos. 21. Al Músico principal: Salmo de David. ALEGRARÁSE el rey en tu fortaleza, oh SEÑOR; y en tu salvación se gozará mucho. El deseo de su corazón le diste, y no le negaste lo que sus labios pronunciaron. Selah Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien: corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Vida te pidió, y dístele largura de días por siempre jamás. Grande es su gloria en tu salva­ción: honra y majestad has pues­to sobre él. Porque lo has bendecido para siempre; llenástelo de alegría con tu rostro. Por cuanto el rey confía en el SEÑOR, y por la misericordia del Altísimo, no será conmovido. Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; tu diestra alcanzará a los que te aborrecen. Ponerlos has como horno de fuego en el tiempo de tu ira: el SEÑOR los deshará en su furor, y fuego los consumirá. Su fruto destruirás de la tierra, y su simiente de entre los hijos de los hombres. Porque trazaron el mal contra ti: fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán. Pues tú los pondrás en fuga, cuando aparejares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros. Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza: cantaremos y alabare­mos tu poderío.