Salmos. 111. Aleluya. ALABARÉ al SEÑOR con todo el corazón, en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras del SEÑOR; buscadas de todos los que las quieren. Gloria y hermosura es su obra; y su justicia permanece para siem­pre. Hizo memorables sus maravi­llas: clemente y misericordioso es el SEÑOR. Dio mantenimiento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto. El poder de sus obras anunció a su pueblo, dándole la heredad de las gentes. Las obras de sus manos son verdad y juicio: seguros son todos sus mandamientos; Establecidos por siempre jamás, hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordena­do su pacto: santo y terrible es su nombre. El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría: buen entendimiento tienen cuantos ponen aquéllos por obra: su loor permanece por siempre.