Salmos. 124. Cántico gradual: de David. A NO haber estado el SEÑOR por nosotros, diga ahora Israel; A no haber estado el SEÑOR por nosotros, cuando se levantaron contra nosotros los hombres, Vivos nos habrían entonces tra­gado, cuando se encendió su furor en nosotros. Entonces nos habrían inundado las aguas; sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente: Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas soberbias. Bendito el SEÑOR, que no nos dio por presa a sus dientes. Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores: que­bróse el lazo, y escapamos noso­tros. Nuestro socorro es en el nom­bre del SEÑOR, que hizo el cielo y la tierra.