Isaías. 12. Y DIRÁS en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR: pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado. He aquí, Dios es mi salvación; confiaré, y no temeré; porque el SEÑOR JEHOVÁ es mi fortaleza y mi canción; el cual tam­bién se ha hecho mi salvación. Sacaréis aguas con gozo de la fuente de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad al SEÑOR, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad al SEÑOR; porque ha hecho cosas magníficas: sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh morado­ra de Sión: porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.